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jueves, 4 de octubre de 2018

Kenizé Mourad. De parte de la princesa muerta. Una inquietante teoría sobre el origen del deporte



Narra la peripecia de la princesa Selma, la madre de la autora del libro, musulmana, hija de sultana otomana en Turquía que, en 1923 (Revolución y fundación de la República de Turquía) se exilió a Libia hasta finales de los años treinta del siglo XX. Después fue Maharaní, esposa del Rajá de Badalpur, en la India en los años cuarenta, mientras se gestaba la independencia del país. Luego se exilia a París, justo cuando va a empezar la Segunda Guerra Mundial.

He leído este libro como una lectura de verano, tumbado en una hamaca y con el auxilio de la Wikipedia, porque la novela biográfica se sitúa en varios momentos de la historia que yo desconocía. Me resultó apasionante. Lo que no esperaba era encontrar referencias al deporte y las hay, concisas y bien claras, del papel que juega en la sociedad. Pero sobre todo hay referencias al juego, una teoría muy interesante para quienes ven el origen del deporte en la guerra, o más bien en la política. Vamos por partes:


Ya comentamos, en otras entradas de este blog, la contribución de las sociedades deportivas al estilo de vida fascista en la Alemania de los años treinta. 

Pues bien, en 1936 Libano es un protectorado francés y Beirut es considerada “El París del Líbano”, una ciudad abierta y cosmopolita que comienza a sufrir la tensión prebélica (En 1936 Mussolini invade Etiopía y ambiciona Libia) que dará origen a la Segunda Guerra Mundial. En ese contexto hablan dos personajes del libro (:340):

“¡Otra vez las milicias de Gemayel hijo! Francamente, desde que fue a los Juegos Olimpicos de Berlín, no se para en nada.
Falanges libanesas. ¿Una asociación deportiva?  
¿Sabes como les llaman? ¡Las Falanges! Mussolini es su héroe. Pretende que su asociación es únicamente deportiva con fines sociales, aunque en realidad quiere organizar a los jóvenes libaneses según el modelo de las juventudes fascistas, una juventud pura y dura, ultranacionalista”

Efectivamente, Pierre Gemayel no fundó una asociación deportiva, sino un partido fascista (Falanges Libanesas) que tuvo como modelo La Juventudes Hitlerianas y Falange Española y se ha ido adaptando a los tiempos para mantener el poder. El deporte tiene muchas utilidades.


La distensión por el deporte

En la India de la década de 1940, en un corrillo de una reunión en la que se encuentra la alta sociedad, indios, otomanos e ingleses, se roza el tema de las fricciones entre hindúes y musulmanes, se deriva hacia la necesaria independencia de la India y la Maharaní Selma quiere hablar de los derechos de las mujeres. Entonces el Gobernador ingles ataja: