De vez en cuando no es una lectura sino un hecho o un
ambiente determinado el que te lleva a pensar en la presencia del deporte en el
día a día. En esta ocasión, como no podía ser de otra manera, el tema es el de
Cataluña y la actitud de Gerard Piqué.
Se dice del deporte que es bueno para superar las
diferencias entre las personas y los grupos sociales, pero no es así. Los insultos y
los pitidos a este futbolista que, piensa diferente y juega al nivel que el
mejor, dejan claro que no importa lo que te esfuerces si tu pensamiento
político se sale del carril.
Es evidente que la mayor parte de la afición futbolística es
especialmente cerril y que no entiende del juego otra cosa que ganar a toda
costa y humillar al contrario, si se puede. Y si no pueden entender el valor del
esfuerzo en un juego, ni imagino que entenderán de justicia social, de
libertad, de igualdad, democracia…
A lo que iba es a esto de las nacionalidades y el fútbol. No
crean que es un erial el fútbol en materia de nacionalismos e independentismos.
Sin ir más lejos José María Belausteguigotia Landaluce (Belauste), militante del
Partido Nacionalista Vasco, es el autor del gol que en la olimpiada de Amberes de
1920, dio origen, a su pesar, al esperpento de la Furia Española deportiva, tan
querida y manoseada en la dictadura.
Por cierto, si de coraje hablamos, vaya imagen la de Carles
Pujol y Gerard Piqué saltando al alimón para marcar el gol a Alemania que daría
paso a la final del campeonato de Sudafrica y la mayor gloria del fútbol
español. Resuelta por otro jugador del Barcelona (Iniesta, recientemente renovado en el Barcelona per sempre).
En realidad la patria del deporte es el
dinero, por eso callan tanto los deportistas. Ya se ha dicho que la
independencia de Cataluña puede ser ruinosa, por eso, también por eso, Piqué es
un enemigo.
Al fútbol le van más lo cuellos rotos de amor patrio y ardor
guerrero que Raúl exhibía como nadie,
en tiempos en que la selección española perdía siempre. Aunque tampoco pasea
mal el fútbol las banderas y los brazos en alto.
Pero el fútbol también es, sobre todo fue, refugio de sueños
de igualdad y de insumisión. Me encanta el avatar anarquista de CE Júpiter, de Poble Nou, de quien pongo un enlace para quien quiera disfrutar con su historia.
Hay mucho que hablar
sobre deporte y anarquismo, pero en otra época.
Y, cómo no, una lectura: Futbolistas de Izquierdas de Quique Peinado.
Nada nuevo bajo el sol. Ni es nuevo que haya futbolistas con
ideas propias, ni que los aficionados no entiendan del juego otra cosa que el
eco que en su mondongo hace la consigna del patrón.
Excelente anotación, Luis, por las ideas sobre el futbol y el deporte tanto como por la información que desvelas y que supongo que muchos como yo (aficionado al futbol desde una idea más o menos clara de emancipación personal, social y nacional) ignorábamos. Vamos a ver eso del Júpiter que apuntas. Gracias.
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