Vuelvo sobre el boxeo. Ya lo tenía previsto desde que supe
Joyce Carol Oates había
escrito sobre este tema. Que sea una mujer quien escribe sobre boxeo es una
rareza.
Revista Aire Libre 1925 |
En el libro dedica un capítulo a la relación de las mujeres
con el boxeo. Casi no me atrevo a poner una frase concreta, porque en tema tan manoseado
como la igualdad, cualquier desliz puede servir para rasgarse las vestiduras.
“El boxeo es una actividad puramente masculina y habita un mundo puramente
masculino. Lo cual no quiere…” Todas las excepciones y aclaraciones que
quieras poner y que deberás buscar en la lectura. Otras ideas: “Una celebración de la perdida
religión de la masculinidad…” “Qué los hombres peleen entre sí para determinar
la valía (es decir, la masculinidad)
excluye a las mujeres de forma tan absoluta como la experiencia femenina
de dar a luz excluye a los hombres. A propósito…” Frases incendiarias para
twitear. O se lee, largo y reflexivo, o es peligroso porque lo entiendes con
clichés comerciales (de cualquier tipo de comercio de ideas).
A mí me recuerda las teorías que ya escribí de Agustín García Calvo sobre mujeres y deporte. Y es que en este libro tal vez subyacen claves de esta relación.
Un resumen apresurado del libro podría hacerse con unas ideas básicas por las que navega con una
claridad de pensamiento y literaria que merece la pena:
—¿Cómo puedes disfrutar de un deporte tan brutal? Joyce Carol no escribe desde una perspectiva
de género ni con distancia intelectual o académica, sino desde dentro, desde
sus vivencias infantiles y desde esa pregunta que inquieta a todos los que ven
y piensan el boxeo.
—“La vida es como el boxeo en muchos e incómodos sentidos.
Pero el boxeo solo se parece al boxeo”. Luego desarrolla ideas que, como si se te
golpeara un guante de crin, te aturden. “El boxeo es superior a la vida” El deporte condensa valores y luchas por la
supervivencia en un acto real, no ritual, en el que te va el dolor y la vida.
Es superior porque esa condensación de hechos y razones es literaria y se puede
abarcar en el tiempo y el espacio.
—El boxeo, no es un deporte, es superior al deporte (“El
boxeo es el deporte al que aspiran todos los demás deportes” George Foreman):
Si las definiciones o la historia del deporte lo justifican como deporte, desde
luego es “el más trágico de todos”. Joyce Carol no lo considera un deporte: Nada
tiene de lúdico. El boxeo es la vida y nada tiene de juego. No se asimila a la
niñez. “Se juega al fútbol, no se juega al boxeo”.
También habla del erotismo, de la corporeidad vivida y
percibida del boxeador, de historias vitales, de muertes en el ring, de los
alias de los púgiles, de la literatura, como no.
Buena literatura y una mirada imprescindible para saber de
la vida, de hombres y de mujeres y de deporte.
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