El deporte en la
vida y en la obra de un escritor Peter
Handke.
Peter Handke. Desgracia
impeorable. Alianza tres. 1ª edición 1972.
Peter Handke. El
chino del dolor. Alfaguara. 1ª edición 1983.
Peter Handke. La
tarde de un escritor. Alfaguara. 1ª edición 1987.
Peter Handke. Historias
de niños. Alianza tres. 1ª edición 1981.
Peter
Handke escribió El miedo del portero
ante el penalti, que
no he leído, pero leeré. Sobre todo después de haberme visto sorprendido por la
cantidad de figuras literarias relacionadas con el deporte que usa.
En estos libros, Peter
Handke no habla de deporte. El deporte, para bien y para mal, es parte de la
forma de vida: El espacio que ocupa, la presencia de los deportistas, lo que
sucede en el deporte, lo que hace con nosotros y lo que hacemos con él, como
suena, como huele. Él lo conoce y lo integra en descripciones y metáforas, con
sutileza y la capacidad crítica que tiene a raudales
Lo
raro es que los escritores no lo utilicen más a menudo. Si quieres explicar
cómo es un lugar, no describas la iglesia, que posiblemente se hizo en el siglo
XVIII o antes, describe el campo de fútbol, el rito que en él se oficia, a los
fieles y a los oficiantes. Un amigo, de turismo en las ciudades, además visita
el campo de fútbol.
El
caso es que estaba embebido en la lectura del primer libros de Handke que cayó
en mis manos (El chino del dolor), leyendo y releyendo porque, en cuanto
te distraes, te pierdes algo; disfrutando de la capacidad de observación y
viendo y viviendo lo que él, escribiendo, se propone que vea y viva; sin saber
demasiado bien si entendía con precisión cada párrafo pero seguro de estar en
el lugar en el que quería que estuviera, cuando me di cuenta de que en sus
paisajes, en sus lugares abundan los lugares deportivos, su luz y su sonido:
“Justo detrás de la
gran pared luminosa de la sala de tenis…. La sala resonaba con los pelotazos,
advertencias y carreras”.
“En el campo de
fútbol resplandecía la luz de los focos, bajo la que los pájaros revoloteaban”.
“Delante de éste se
encuentra un campo deportivo… La baca de un coche aún llevaba los esquís”
“El umbral de la casa
sólo era un simple madero de pino silvestre con un profundo agujero producido
por una rama, donde él y sus hermanos habían jugado muchas veces a las canicas
mientras llovía.”
También forman parte del
paisaje que describe las personas que corren por la calle:
“Desde el amplio campo
abierto que comunica con el cementerio surgían cada vez más paseantes o
corredores nocturnos.”
“En el punto de mira del
desfiladero apareció una corredora, no como una suspensión, sino como un auge
del vacío. Ahora era la belleza personificada, con pelo rubio y un chándal que
en la oscuridad lucía como el azul una boca de riego."
Para explicar el
ambiente de la Alemania de 1938: “Los equipos de fútbol se despedían
con el reglamentario Sieg Heil” o “por la radio: 6,40 gimnasia”.
La
descripción de los personajes, los sucesos que explican la acción, las
sensaciones de un recuerdo, con frecuencia incluyen rasgos deportivos: