Vitaliano Brancati. Tríptico siciliano. Lumen.
Hacía tiempo que no encontraba en mis lecturas ninguna
referencia al deporte o la gimnasia y, en la narración que menos me lo
esperaba, aparece una breve y sustanciosa referencia a la práctica de la
gimnasia sueca. Es en el relato Don Giovanni
en Sicilia, que Vitaliano Brancati escribió en 1940. La historia es la
de Don Giovanni, un siciliano que por amor se traslada a Milán y se ve obligado
a cambiar sus hábitos, a modernizarse. Estos fueron sus cambios para adaptarse
a su nuevo estado:
Gymnastique de chambre 1895. Dr Schreber |
La razón por la que decidió hacer gimnasia:
“Parecía realmente
fuerte, pero el miedo a quedarse sin fuerzas no le abandonaba ni un solo momento
durante el día…”
El análisis:
—Nunca hice ejercicio
en toda mi vida —le dijo un día a
Ninetta, mirando hacia su propio pasado—. He tenido la adolescencia de un
animal. ¡Puah…! Habría sido otro hombre si hubiera hecho un poco de gimnasia a
los quince años.
—Puedes hacerla ahora
—murmuró distraída su mujer.
—Ya es tarde.
—Para esas cosas nunca
es tarde.
“Puede que tenga
razón”, pensó Giovanni…
Actividad y resultados:
“…todas las mañanas
hacía unos ejercicios en la barra y en las paralelas, y otros en su dormitorio,
consistentes en abrir y cerrar la boca y en caminar de puntillas. Poco después
la mandíbula pareció sobresalir y los pectorales le reventaban la chaqueta.”