Andrea Canepa. Margen de juego. Galería Rosa SantosValencia.
Me llama la atención en la Galería Rosa Santos de Valencia
una exposición que se llama Margen de Juego de la artista Andrea Canepa. Hace alusión al juego, que es ese terreno de la
actividad corporal abandonado por la educación física y al que dedico buena
parte de este blog. Dice Andrea Canepa que busca “señalar que toda lógica de organización, sea
como sea, podría ser diferente”.
Until it lives in the Muscle |
La exposición podría haber sido cualquier cosa diferente al
interés por lo corporal, que es del aspecto del juego del que yo hablo, pero
no. Habla de cómo se ve concernido el cuerpo por la realidad social y cultural
a través de las condiciones normativas que el juego impone: las reglas y la
interacción humana. La regla impuesta y normativa, que resulta punitiva y
traumática cuando emana de la autoridad, se funde en el juego con fluidez y
configura una dinámica que en muchos casos se aproxima al placer: el placer de
jugar.
En los fundamentos del proyecto artístico de Andrea Canepa,
se nombra a Montessori, Pestalozzi y Rudolf Laban (creo que olvida a Piaget).
Conocidos de la historia de la educación física y sin embargo incomprendidos y
abandonados por la complejidad de sus propuestas. También aparecen Fröbel,
Dienes, Kandisky y Klee que indagaron en la comprensión del espacio, los
objetos, su dinámica, su comprensión lógica y, en si caso, su relación con lo
corporal. Esta aproximación a lo coreográfico incluye a Schlemer y Roth. Todos
estos incomprensiblemente ausentes en la
comprensión de la educación física.
Andrea Canepa nos recuerda como la experiencia corporal puede
desarrollar las capacidades de abstracción, creatividad, y expresividad a
partir de situaciones azarosas, sin sentido, desconcertantes que son abundantes
en el terreno del juego y que se dotan de una lógica cambiante al definir las
reglas adecuadas a cada momento, dependiendo de la edad, los intereses y las
capacidades de los jugadores. Andrea Canepa propone la danza como un terreno de
juego. Pero sin duda también el deporte y los juegos pueden ayudar al tránsito
que educa a las personas a través del cuerpo (Until it lives in the Muscle, es
el título de la performance más significativa de esta exposición).
Daba por terminado este artículo y me tropiezo con la misma
idea leyendo a Peter Handke (El chino del dolor. Alfaguara). Dice que al jugar (un extraño juego de
cartas) ve la tierra. Una tierra…que, a diferencia del Estado, no tiene poder
legislativo, sino reglas de juego… Después explica que jugar le hace ser más
perceptivo con el mundo exterior y (esto se deduce del conjunto del libro)
situarse en el límite (y más allá) de las leyes reglas comunes que para tantas
personas resultan inútiles y deshumanizantes. Aclara que no son las cartas lo
que le produce esa sensación sino el juego. Volveré sobre este autor en otro
artículo.
Si somos críticos, esa humanización que se consigue jugando,
es justo lo contrario que lo que se consigue con el deporte mercantilizado, al
que se adorna de valores coincidentes con las normas del Estado.
‘Andrea Canepa. Margen de juego’. Galería Rosa Santos, Valencia.
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