20090712 El leviatán docente
En realidad lo
que quieren los alumnos, es que les digas lo que tienen que hacer y, si de
sentir se trata, lo que tienen que sentir. Y si (ellos o “la sociedad”) nos
piden disciplina se la damos y si nos piden control, pasamos lista, y si
quieren notas objetivas hacemos listas de lo obvio y se las pedimos de memoria,
y si es necesario sentir el cuerpo: vídeos para verse y sensores en
la piel.
Te regalan,
indiferentes, su libertad a cambio de que los libres de la incertidumbre y, al
final, la clase es una autarquía, un artificio, un leviatán que asume todas las
dudas, todas las neurosis, los temores, las aspiraciones, y se organiza para
autoabastecerse (recibir títulos y calificaciones) con el mínimo esfuerzo. Si
fuera posible, sumidos en el ostracismo. Si fuera posible, y a veces lo es, sin
aprender nada que importe: ¡sálvese quien pueda, que cada cual construya su
leviatán!
Aclaro que no me
refiero al leviatán que perseguía el capitán Ahab ni ningún otro monstruo
marino. Sino al poder totalitario (el que tiene respuesta para todo y ante el
que no es necesario pensar) del artificio de Hobbes (1588-1679). Thomas Hobbes
(autor de la idea de que el hombre es un lobo para el hombre) fue un filósofo
materialista y defensor del estado totalitario, deportista entusiasta¿? y
ferviente defensor del individualismo como motor de la sociedad
Aprender y enseñar educación física
requiere un compromiso mínimo. Valga, aunque un poco descontextualizado, el
"catálogo de la desconfianza" para mantener la dignidad que elaboró
José Luis Salvador Alonso en el epílogo de su historia del Deporte en Occidente:
“Por esto, para preservar la dignidad del deporte
práctica y de quienes lo
practican, los que nos dedicamos a él debemos mostrarnos
extremadamente desconfiados frente a los
empresarios, los chauvinistas, los moralistas e incluso, médicos que trabajan
para la industria deportiva: textil, alimentación y laboratorios farmacéuticos.
El mismo cuidado que debemos reservar a los políticos y Estados que ven el
deporte en términos instrumentales y en el que caen muchos deportistas del
espectáculo”.
Y ya que hemos nombrado a José Luís
Salvador, las próximas entradas se las dedicaremos a él.
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