Juegos, cuentos, recuerdos, ritos y desvarío de Luis Antolín Jimeno

Libros antiguos, raros y curiosos de Luis Antolín Jimeno

sábado, 18 de enero de 2025

Moby Dick. Herman Melville y Eduardo Gras

 La educación física y la aventura 

Encontrar en la información que llega del cuerpo las razones de lo que se hace o se desea, es la forma primaria de apelar a la educación física. El cuerpo es inductor de las emociones, el soporte de lo posible, objeto que recibe el placer o la agresión primera de lo externo y, porque sabemos todo esto, es susceptible de ser entrenado, preparado, dispuesto para asumir lo que se quiere y lo imprevisible. Esa invocación de lo corporal es lo que hay de físico en los personajes de Herman Melville (1819-1891) que van en busca de Moby Dick.

Así, el narrador de la peripecia, de la que todos conocemos a grandes rasgos el relato, se presenta,

“Llamadme Ismael. Hace años, no importa cuantos exactamente, hallándome con poco o ningún dinero en la bolsa y sin nada de especial interés que me retuviera en tierra, pensé que lo mejor sería darme a la mar por una temporada para ver la parte acuática del mundo”

viernes, 3 de enero de 2025

Begonya Mezquita. Feridura

 

El cuerpo, la palabra y la memoria.

 Begonya Mezquita. Feridura. Edicions del Buc

Desde que nacemos cambiamos y no nos preocupamos de las razones, creces y creces y no pides explicaciones a tu cuerpo. No necesitas gimnasia ni tutores, creces y ya está. Pero no siempre es así, a veces, después de haber crecido, haber caminado, bailado, incluso, quien sabe, haber hecho juegos de manos o piruetas, el cuerpo se detiene o se alborota, se desbaratan las habilidades cotidianas como coger una cuchara, levantarte para abrir la puerta, echarte las manos a la cabeza. No contabas con eso, con tener que prestar atención a cada paso que das. Entonces ¿Qué pasa? De eso nos habla Begonya Mezquita en su poemario Feridura. La feridura es la denominación catalana del ictus.

A pesar de ser lector de poesía, se me escapa el criterio por el que pueda evaluar una obra poética, no lo intentaré. Feridura me ha emocionado y, al leerlo, me he visto inmerso en la expresión de un momento vital que entendí que tenía mucho de vivencia corporal. El poemario es una llamada, un grito, sobre la importancia de la percepción corporal en la conciencia de ser.